Nuestro viaje a Murcia tenía un objetivo poco definido de buscar aire fresco inspirador para seguir adelante en momentos en los que los proyectos de futuro han sido truncados por una pandemia global.

La charla con Jesus Pagan co creador de Foodtopia en Murcia con 14 locales con su filosofía entre Cartagena  y Murcia además nos hace un recorrido a través de la gravedad de comer alimentos con tantas cargas ecológicas a sus espaldas que de alguna manera nos lleva a la situación de pandemia actual.

No quisiera caer en el discurso catastrofista en el que el declive ecológico acabará con nuestro mundo con sus recursos finitos pero es evidente que sin este sobreconsumo globalizado en el que la conexión con un punto opuesto en el planeta se hace en cuestión de segundos la cosa sería diferente, no podemos mirar hacia otro lado sin actuar.

És, en ese momento, cuando Pagan y sus precursores son precursores y “yatelodecia”.

En cualquier motivo, que una se quiera apoyar en recordar las atrocidades que permitimos con el juego* del alimento, deforestación para plantar un cultivo “demoda” desplazamiento de campesinos por apropiación de tierra, intoxicación accidental de acuíferos con insecticidas,… por nombrar algunas, (consultad cualquier ejemplar de “soberania alimentaria” para más datos). No significa que la vida termine y que no podemos hacer nada; al contrario hay que seguir ejerciendo la vida midiendo el impacto que producen nuestras acciones de consumo sobre el planeta para no contribuir desde nuestro pequeño gesto de no comprar en grandes corporaciones que envuelven en plástico tratan mal a sus empleados y productores.

¿Podemos eliminar que nos traigan cosas de producciones alejadas? ¿Podemos convivir con lo producido a nuestro alrededor?

Podíamos,  pero nos hemos cargado la autosuficiencia cuando cerró la última mercería, la última pescadería, la última papelería, el último huerto.

Foodtopia es esa idea en la que la coherencia con la no globalización en el ámbito de la alimentación toma forma.

Gran volumen de comida producida ecológicamente en la bio-región, sin generar residuos de embalaje, sin ingredientes exóticos, con oferta reducida de platos para concentrar los ingredientes en platos concretos que se terminaran para no tirar comida y a unos precios sin especulación muy interesantes.

Pero además la utopía de este modelo es que en el resto de ámbitos de la vida, el vestir, el desplazarse, la vivienda, los trabajos, la salud, la compra ….que en todos habite la sostenibilidad.

Traducido para que lo podamos aplicar viene a promover los valores de: local local local autogestionado. 

Por ejemplo conocer al productor, de verduras ya lo hacemos, si vamos a mercados de pages pero ¿y el productor de nuestros zapatos?, ¿cuántos kilómetros hacen nuestra ropa?, ¿donde se fabrican muebles a nuestro alrededor?

Busca porque seguro encuentras y si no encuentras puedes prescindir seguro.

Foodtopia es la facilidad de acceder al comer sostenible.

Seguiremos informando.

*le llamo juego porque me da mucha lastima llamarle negocio, ¿cómo nos podemos lucrar con dar de comer?. Si damos de comer es porque hay hambre.

Un hambre superficial, no propiamente de carencia, hambre de experiencias, hambre de la foto bonita en el sitio idílico de lo bien que me sienta lo sano y de ni un momento empatía con el entorno enfermo de muchas cosas pero también de nuestras acciones con poca consciencia.

Rosa Canut